Anatomía del huracán


Durante el desarrollo de los huracanes, ciertas características se vuelven más prominentes cuando la tormenta se fortalece. En el centro del huracán en el ojo, una zona libre de nubes de aire descendente y vientos suaves que es normalmente de 10 a 65 kilómetros de diámetro. Como el aire se eleva las tormentas eléctricas rodean al ojo, algunas de ellos se ven obligadas a dirigirse hacia el centro, en el que converge y se hunde. Como este aire se hunde, se comprime y se calienta para crear un ambiente (en su mayoría) libre de nubes y precipitación. El ojo es la parte más tranquila de la tormenta, porque nunca los vientos fuertes en la superficie convergen hacia el centro en realidad, llegar al centro exacto de la tormenta, sino que forman un cilindro de aire de relativa calma.

(Arriba)Lo que rodea el ojo del huracán es un anillo de tormentas, llamado la pared del ojo. Las bandas de lluvia rodean el ojo de la tormenta en círculos concéntricos. En la pared del ojo y en las bandas de lluvia, hay aire caliente y húmedo que se eleva, mientras que en el ojo y alrededor de las bandas de lluvia, el aire de la alta atmósfera se hunde de nuevo hacia la superficie. El aire ascendente se enfría y el vapor de agua en el aire se condensa en lluvia. Al hundirse el aire se calienta y se seca, creando asi un ambiente tranquilo, libre de nubes en el área de los ojos. (Medio)La baja presión en la superficie del océano en el centro del huracán se basa en el aire circundante. Estos vientos en espiral aumentar la velocidad al aproximarse al ojo, tirando más calor y la humedad de la superficie del océano. (Abajo). Cuanto más fuerte sea la convección en la tormenta se convierte en más lluvia. La más lluvia produce, más calor que liberan a la atmósfera circundante, alimentando aún más la tormenta. (Gráficos Copyright © Centro Nacional de Investigación Atmosférica / The COMET Program.)

Bordeando el ojo de un huracán maduro esta la pared del ojo, un anillo de tormentas eléctricas que producen fuertes lluvias y vientos muy fuertes. La parte más destructiva de la tormenta está en la pared del ojo del lado donde sopla el viento en la misma dirección que el movimiento hacia delante de la tormenta. Por ejemplo, en un huracán que se está moviendo hacia el oeste, los vientos más intensos se encuentran en el lado norte de la tormenta, ya que los vientos del huracán se suman a movimiento de avance de la tormenta.
Alrededor de la pared del ojo se curvan las bandas de nubes que desvanecerse poco a poco en forma de espiral, convenientemente llamado bandas espirales de lluvia. Las bandas de lluvia son capaces de producir ráfagas fuertes de viento y lluvia, tal vez la mitad o dos tercios de la fuerza de aquellos asociados con la pared del ojo.