Aristóteles (en griego antiguo Ἀριστοτέλης, Aristotélēs) (384 a. C. – 322 a. C.), fue un filósofo, lógico y científico de la Antigua Grecia cuyas ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios.
Aristóteles y su obra
Aristóteles nació en Estagira, Macedonia, en 384 a. C. Hijo de Nicómaco, médico de la familia real macedonia, estudió primeramente medicina, pero en el año 367 se marchó a Atenas para formarse en la Academia dirigida por Platón, convirtiéndose en su más brillante discípulo.
Aristóteles permaneció en la Academia hasta la muerte de Platón en 348, pero no fue elegido para sucederle y marchó a Assos y luego a Asia Menor. En 343 regresó a Macedonia para hacerse cargo de la educación de Alejandro el Magno hasta que éste asumió el poder en 340.
Hacia 335 Aristóteles volvió de nuevo a Atenas y fundó su propia escuela, el Liceo, así llamada por encontrase en los jardines públicos del santuario dedicado a Apolo Liceo, y sus discípulos peripatéticos, por recibir clase paseando por el perípatos (paseo cubierto del jardín). Tras la muerte de Alejandro Magno en 323, Atenas se rebeló contra Macedonia y la posición de Aristóteles se hizo peligrosa, lo que le obligó a retirarse a la isla de Eubea donde murió poco después (Calcis, 322 a. C.).
Se dice que Aristóteles escribió unos 150 tratados diferentes (unos 180 si nos referimos a las obras que los integraban), de los cuales solo se conserva la cuarta parte. Se cree, sin embargo, que muchas de sus obras no son tratados completos, sino apuntes o notas de lectura, y que otras pudieron ser apócrifas o estar escritas por sus discípulos. En todo caso, el filósofo macedonio produjo una asombrosa cantidad de textos de enorme influencia para la posteridad sobre materias tan diversas como Filosofía, Lógica, Metafísica, Política, Ética, Anatomía, Zoología, Botánica, Astronomía o Meteorología.
Los cuatro libros de la Meteorológica
Debemos a Aristóteles la introducción del término Meteorología construido a partir de las palabras griegas Meteoros, “alto en el cielo” y lógica “conocimiento, tratado”. Con el título Meteorológica Aristóteles escribió cuatro libros (de ahí que la obra se conozca también como “Los Meteorológicos”) de no muy larga extensión cada uno de ellos. Aristóteles los escribió probablemente hacia 340 a. C. después de su tratado astronómico “Acerca del cielo” y antes de su magna obra zoológica.
En realidad, solo son estrictamente meteorológicos parte de los libros, del I a III y nada del IV.
Aristóteles entendía el término en un sentido más amplio, en sus propias palabras “todos los efectos que se pueden llamar comunes al aire y al agua y las formas y partes de la Tierra y los efectos de sus partes”, y Los Meteorológicos también contienen los estudios de Aristóteles sobre hidrología, corrientes marinas, terremotos, volcanes, extracción de metales, etc.
Este trabajo no se dedica a analizar con detenimiento esa obra de Aristóteles que recogió los conocimientos e hipótesis del autor en las materias citadas y fue considerada el mejor tratado sobre geofísica hasta el renacimiento. De forma muy resumida puede decirse que los meteorológicos describen los elementos y factores del tiempo y algunos procesos atmosféricos con méritos muy notables para la época en que se escribieron, junto con errores abultados sobre otros aspectos. El hilo conductor de la obra es la interacción entre los cuatros elementos básicos: fuego, aire, agua y tierra, a través de las exhalaciones seca y húmeda que producen la transición entre ellos. Por dar algún ejemplo, se puede citar la descripción de los vientos de diferentes direcciones y sus efectos y que están esculpidos con figuras alusivas en el friso de la "Torre de los Vientos" octogonal del Ateneo, debajo de la Acrópolis de Atenas.
El siguiente párrafo contiene una descripción acertada de la parte atmosférica del ciclo hidrológico: “Pues el sol, moviéndose como lo hace, provoca procesos de cambio y de transformación y decadencia, y por su acción la más fina y dulce agua es elevada todos los días y disuelta en vapor y llega a las regiones superiores donde se condensa de nuevo con el frío y así retorna a la tierra”.
En este otro, perteneciente a los aspectos no meteorológicos de la obra, Aristóteles intuye la evolución geológica de la corteza terrestre y el desplazamiento de mares y continentes: “Las mismas partes de la Tierra no son siempre húmedas o secas, sino que cambian de acuerdo a la aparición de los ríos o se secan. Y así la relación entre la tierra y el mar también cambia y el mismo sitio no siempre permanece como tierra o mar a través del tiempo, sino que donde hubo tierra seca pasa a ser mar y donde ahora hay mar, habrá un día tierra firme. El principio y causa de estos cambios es que el interior de la Tierra crece y se encoge, como los cuerpos de las plantas y los animales…. Pero el proceso vital de la tierra se lleva a cabo tan gradualmente y en períodos de tiempos tan inmensos en comparación con la duración de nuestra vida, que esos cambios no se observan y antes de que su curso pueda ser registrado de principio a fin naciones enteras perecen y son destruidas”.