Desierto es el estado que caracteriza a toda región donde la aridez reduce prácticamente a la nada la vida vegetal y animal. Se caracteriza por altas temperaturas, precipitaciones escasas y muy irregulares, el balance precipitación - evaporación es siempre deficitario, la sequedad del aire es extrema, la humedad relativa muy baja (<20%). Se localiza entre los 15 y los 35º de latitud en todos los continentes, excepto en Europa. Las masas de aire son estables y secas, apenas se producen precipitaciones, y cuando estas ocurren, crean una erosión violenta del terreno. Los ríos que excepcionalmente atraviesan estas zonas, como el Nilo, lo hacen de forma casi independiente, sin recibir afluentes. Las fuertes y breves lluvias provocan crecidas que dejan en los márgenes mantos cenagosos de gran riqueza para el cultivo. La insolación es muy fuerte: el ciclo de la temperatura va a depender casi exclusivamente del Sol, son altas las temperaturas diurnas y muy bajas temperaturas en la noche. Suelen darse fuertes vientos que dificultan el crecimiento de especies vegetales. El avance de estas zonas hacia otras más templadas puede estar causado por la acción humana, y es lo que se denomina desertificación. Las zonas representativas de este tipo de clima son el desierto de Atacama en el norte de Chile, el Sahara en África (figura 5), Arabia, el desierto australiano, los desiertos del suroeste de Estados Unidos, y regiones meridionales de Sudáfrica.
Desiertos cálidos (áridos).
Los desiertos cálidos tropicales unen a la característica aridez de todos los desiertos las temperaturas cálidas. La letra h minúscula significa que todos los meses tienen una temperatura media por encima de los 0ºC. Las temperaturas son elevadas en el período que el Sol está alto. La amplitud térmica anual está entre 15º y 20º C, pero es más importante la amplitud térmica diurna. La media está en los 17º C, con frecuencia supera los 22º C, e incluso los 30º C. Ningún otro clima tiene una amplitud térmica diurna tan elevada. La causa está tanto en la intensidad de los rayos solares como en la escasa humedad del aire lo que facilita la irradiación nocturna. Las temperaturas varían bruscamente debido a la falta de vapor de agua y de nubes que amortigüen las oscilaciones. La amplitud térmica diaria en el Sahara central llega a ser frecuentemente de 30º C. En las arenas del Sahara se han registrado temperaturas de 75º C al mediodía. Sin embargo, por la noche y de madrugada, el frío se deja sentir aún en pleno verano. Los desiertos costeros presentan algunas diferencias con respecto a los continentales típicos como el Sahara. Las temperaturas son relativamente bajas para su latitud, con medias anuales entre los 17 y los 18º C, 8º C menos que los desiertos cálidos continentales. La oscilación anual y la diurna también son bajas, entre 6º y 9º C.
Figura 5 Clima desértico, vista del desierto del Sahara.
Las lluvias son insignificantes e irregulares. La totalidad de lluvias anuales en los verdaderos desiertos es inferior a 100 mm. Un millón de kilómetros cuadrados del Sahara central recibe menos de 20 mm de lluvia anual. La sequedad del aire es extrema. La humedad relativa es habitualmente inferior al 50% y llega incluso al 20%. En este aire cálido y seco la evaporación es muy fuerte y se agrava a veces por la acción de vientos desecantes, como el harmattan del Sahara meridional. La evaporación potencial es de 3000 mm por año, es decir, que el Sol evaporaría una capa de 3 m de agua de cualquier superficie lacustre; en un embalse como el de Assuan esta cantidad bastaría para regar un millón de hectáreas en Egipto en un año.
Desiertos fríos (áridos).
Ligados a factores geográficos: continentalidad, abrigo orográfico y altitud. A diferencia de los desiertos subtropicales, los medios áridos de la zona templada conocen inviernos fríos y amplitudes térmicas muy fuertes, por ser de tipo continental. En general, se trata de desiertos atenuados que resultan de la degradación de los climas mediterráneos, continentales o de tipo chino.
Las precipitaciones son similares a las de los desiertos cálidos. Muy escasas e irregulares. La totalidad de lluvias anuales en los verdaderos desiertos es inferior a 100 mm. La sequedad del aire es extrema. La humedad relativa es habitualmente inferior al 50% y llega incluso al 20%.
Estepas Cálidas (semiáridos).
Las estepas cálidas son climas de transición entre los desiertos cálidos y los climas tropicales o mediterráneos. Sus temperaturas son elevadas, aunque varían bastante según su latitud. Las amplitudes térmicas son moderadas, en torno a los 10º C. Las precipitaciones son escasas e irregulares: entre 250 mm. y 400 mm. anuales. Pero más importante incluso que el volumen anual total, es su distribución estacional que varía según la localización de estas zonas esteparias. Los bordes del desierto del Sahara son los mejores ejemplos para ver este tipo de climas esteparios cálidos. Las zonas de estepa en el borde sur del Sahara en contacto con los climas tropicales más secos, se caracterizan por presentar una corta estación de lluvias estival, típica de todos los climas tropicales. La fórmula de Köppen sería BShw (w significa lluvias estivales). En el borde norte del gran desierto, las zonas de estepa están en contacto con las áreas de clima mediterráneo de la costa africana. Estas estepas, siguiendo el ritmo de los climas mediterráneos, reciben sus escasas precipitaciones en invierno o estaciones intermedias, BShs en la fórmula de Köppen. Estas precipitaciones, además de escasas e irregulares, suelen ser muy intensas, en forma de grandes tormentas.
Estepas frías (semiáridos).
Aunque estos climas son contiguos con los climas tropicales secos en el Norte y el Sur de América y en Asia central, tienen diferentes orígenes. Los verdaderos desiertos fríos se extienden a unos 50º de latitud y las estepas frías alcanzan aproximadamente los 60º N en las praderas canadienses, mucho más allá de los límites de los anticiclones subtropicales.
Estos climas deben sus orígenes a su profunda localización en el interior de los grandes continentes, lejos de las costas a barlovento y de las fuentes de humedad del aire marítimo. La lejanía de las fuentes de humedad y vapor de agua se ve acentuada en algunas regiones (como las grandes llanuras de los Estados Unidos) por barreras montañosas contrarias al viento. Las condiciones de temperatura son extremadamente variables, con medias anuales decreciendo y amplitudes térmicas anuales aumentando hacia el interior y los polos. En las altas latitudes, los vientos son muy fríos, con escasas precipitaciones (muchas de ellas en forma de nieve) asociadas con aire polar y ártico de los sistemas frontales.
Las precipitaciones en verano son, más frecuentemente de tipo convectivo, llegando en la forma de grandes chaparrones llevados hasta allí por las irregulares incursiones de aire húmedo. Tanto el BWk como el BSk, son climas de las latitudes medias y deben sus orígenes a los mecanismos atmosféricos de estas latitudes, pero la estepa tiende a localizarse en la periferia de los verdaderos desiertos, donde se reduce la evaporación bajo condiciones de muy bajas temperaturas, haciendo que la mayoría de las escasas precipitaciones estén disponibles como humedad en el suelo para el crecimiento de las plantas.