En los mapas de presión, las isobaras casi nunca son rectas, generalmente tienen amplias curvaturas. En ocasiones se pueden cerrar isóbaras aproximadamente circulares tanto de altas como de bajas presiones (figura 7.1). El viento que se mueve aproximadamente según la dirección de las isobaras, sigue trayectorias cerradas en torno a esos centros. Debido al efecto de Coriolis, en el hemisferio sur el viento se desvía hacia la izquierda, haciendo que gire en sentido antihorario (horario) alrededor de los centros de altas (bajas) presiones, y por efecto de la fricción se desvia respecto a los isobaras, adquiriendo una componente desde las altas hacia las bajas presiones. El aire siempre se mueve desde la alta hacia la baja presión (se puede ver por ejemplo cuando se desinfla un globo).
A las isobaras cerradas o centros de bajas presiones se les llama ciclones, y al viento alrededor de esos centros se le llama circulación ciclónica, porque tiene el mismo sentido que el de la rotación de
Movimiento vertical del aire.
Una componente fundamental del viento es el movimiento vertical, especialmente el ascendente por su importancia en la formación de nubes. Por lo tanto interesa conocer como el viento horizontal se relaciona con el movimiento vertical. El aire que converge hacia un centro ciclónico genera un movimiento vertical hacia arriba. Este aire ascendente produce condensación, formación de nubes y precipitación, por lo que un ciclón está asociado con atmósfera inestable y mal tiempo. Pero en realidad, un ciclón en superficie se origina porque en altura se crea una región de divergência de aire. Esta divergencia en altura succiona el aire de niveles inferiores, produciendo el ascenso del aire sacándolo desde superficie, lo que genera la baja de presión, como se ilustra en la figura 7.8 en un esquema para el hemisferio norte. De manera similar, en un anticiclón en superficie hay divergencia del viento y subsidencia que es generada por una convergencia en altura. La subsidencia comprime el aire, por lo que se calienta, evitando la formación de nubes y produciendo buen tiempo.
Por esto, lo que en meteorología se llama “tendencia de la presión” nos da una indicación del tiempo que se aproxima y es útil en los pronósticos de corto plazo. La tendencia de la presión es la variación de presión en el tiempo, se mide cada 3 horas en unidades de Pa/horas. Para la tendência de la presión se usan los términos de subiendo, que significa aumentando la presión, indicativo que se producirá buen tiempo, bajando la presión atmosférica, indicativo de aproximación de mal tiempo y estacionaria que representa sin cambio significativo de tiempo presente. Se usan también términos intermedios como por ejemplo ‘subiendo lento, luego estacionaria’.
En los barómetros caseros se indica la tendencia de la presión con términos como despejado, nublado, lluvia, si la presión es mayor, estacionaria o menor que la normal respectivamente.
Ya explicamos en un capítulo 5 que los factores que contribuyen a promover el movimiento vertical del aire son la convergencia y divergência por fricción, las montañas, un frente o calentamiento en superficie. Ahora se pueden entender mejor los pronósticos del tiempo de la televisión, donde los ‘malos’ son los ciclones.