En la clasificación básica, la Tierra se divide en tres grandes zonas climáticas donde se producen los climas tropicales, templados y fríos. En general, la separación entre los climas tropicales de los templados se establece en la isoterma de los 18º C para el mes más frío; por otro lado, se considera la isoterma de 10º C para el mes más cálido, que coincide aproximadamente con el límite de la tundra y el bosque de coníferas, como valor para distinguir los climas templados de los fríos. Sin embargo, dentro de cada una de estas zonas cabe distinguir diferentes tipos y subtipos en función de factores tales como la temperatura y la precipitación. Otros elementos que contribuyen a explicar el clima de una región pueden ser la presión atmosférica, los vientos, la humedad, la latitud, la altura, el relieve, la proximidad de los mares, las corrientes oceánicas y la influencia de la naturaleza del suelo y la vegetación. Se debe tener presente que también tienen lugar cambios microclimáticos causados por la acción antrópica de la actividad humana. Así, por ejemplo, en las ciudades se forman las denominadas ‘islas de calor urbano’; cuando una ciudad se encuentra bajo una situación anticiclónica cálida, durante la noche la temperatura es más alta en relación con el medio ambiente circundante. También la contaminación atmosférica de los centros urbanos provoca un aumento de la nubosidad media, modifica el régimen de lluvias, altera la circulación de los vientos y disminuye la radiación solar y la transparencia del aire. A continuación, se hace una descripción de los principales tipos de clima del planeta, según la clasificación de Köppen, considerando los valores, siempre representativos, de la temperatura y las precipitaciones.
Climas Tropicales lluviosos.
Los climas tropicales lluviosos de bajas latitudes se encuentran dentro de la zona de convergencia intertropical, ZCIT. Las regiones que tienen este clima, tienden a ser muy húmedas, y dominadas generalmente por masas de aire tropical y ecuatorial. Dentro de los climas de bajas latitudes podemos encontrar:
Clima ecuatorial.
Es característico de las regiones de latitudes bajas, localizadas fundamentalmente entre los 10º N y 10º S. Las temperaturas son muy elevadas a lo largo de todo el año. La duración día/noche y la posición de los rayos solares varía mínimamente a lo largo del año, lo que unido al elevado grado de humedad produce un calor asfixiante. Todos los meses la media de temperaturas es superior a los 18º C. Pero no son los climas más cálidos del planeta, los superan algunos tropicales y los desiertos cálidos. La temperatura media mensual suele situarse entre los 20º y los 27º C. La característica fundamental de estos climas en cuanto a las temperaturas es su escasa amplitud térmica anual. La diferencia entre el mes más frío y el mes más cálido no supera los 3º C. La amplitud térmica diaria es también muy reducida, aunque algo más elevada que la anual. Es en las últimas oras de la tarde o primeras de la noche, cuando refresca un poco, en el momento en que se producen las lluvias termoconvectivas características e este tipo de climas, y que son prácticamente diarias. Las precipitaciones son muy elevadas y constantes a lo largo del año. Es lo que significa la “f” en el sistema de Köppen. La humedad relativa es también muy elevada durante todo el año. El total de precipitaciones anuales suele superar los 2000 mm y se reparten a lo largo de todo el año, son de tipo convectivo. No tiene meses secos, aunque si existen meses más o menos lluviosos. Las mayores precipitaciones coinciden con los equinoccios, mientras que los mínimos se producen en los solsticios. Las elevadas y constantes temperaturas hacen que el aire cálido se esté elevando de forma constante, creando los centros de bajas presiones que predominan en estas áreas. Al elevarse el aire se va enfriando y al estar muy cargado de humedad y muy cercano al punto de saturación, una pequeña disminución de la temperatura provoca la condensación y precipitaciones. En las últimas horas del día cuando las temperaturas descienden un poco se suelen producir la mayor parte de las precipitaciones. A este clima pertenecen la cuenca del Amazonas (figura 2) y del Congo, e Indias Orientales, desde Sumatra hasta Nueva Guinea.
Figura 2 Clima ecuatorial, paisaje del Amazonas
Clima tropical.
Es propio de las regiones ubicadas cerca de los trópicos. Su principal característica es poseer dos estaciones muy marcadas: una seca, cuando el sol está bajo en el horizonte a mediodía, y otra húmeda cuando el sol está alto. La persistencia de altas temperaturas a lo largo de todo el año es el rasgo esencial del clima tropical. Los rayos solares a mediodía no están nunca lejos de la vertical; por eso la cantidad de calor recibida es grande y varía poco a lo largo del año. Los climas tropicales no conocen el invierno; la temperatura media del mes menos cálido es superior a 18º C. Pero esta media de 18º C es la mínima de las medias; habitualmente los países tropicales registran en el mes menos cálido temperaturas medias de 23º ó 24º C. La amplitud térmica puede alcanzar 10º C (por ejemplo 21º C y 31º C de medias mensuales extremas). La humedad del aire de los climas tropicales lluviosos dificulta la penetración de los rayos solares, modera la irradiación terrestre y, en suma, eleva al máximo la eficacia del “efecto invernadero”.
La principal característica pluviométrica de este tipo de climas, es que las lluvias no son constantes, aparece una estación seca en torno al solsticio de invierno que aumenta a medida que nos alejamos del Ecuador hacia los Trópicos. El volumen total de precipitaciones puede variar mucho, pero la precipitación mínima mensual nunca es inferior a 100 mm. Al no existir variaciones térmicas estacionales apreciables, los habitantes de los países tropicales no hablan de invierno y verano, sino de estación seca y estación de lluvias.
Figura 3 Sabana del centro de África.
La existencia de una estación seca da lugar a la formación de corazas en la superficie del suelo, una especie de costras duras formadas por una fijación mecánica de las sales metálicas extraídas del suelo durante la estación de lluvias. Las primeras lluvias del invierno caen sobre una superficie seca y desnuda, formando arroyos que arrastran gran cantidad de materiales. El suelo resulta muy erosionado, y la vegetación que se desarrolla forma el paisaje típico de las sabanas (figura 3). Las zonas pertenecientes a este clima son India, Indochina, el oeste de África, América Central, los alrededores del Amazonas y Australia y Sumatra. Las condiciones climáticas son ideales para el desarrollo de las selvas tropicales.
Clima Monzónico.
Este tipo de clima se localiza entre los 5º y los 25º de latitud. Los climas monzónicos, aunque por latitud son climas tropicales, presentan unos contrastes más fuertes que este tipo de clima. Aunque el contraste fundamental está en la distribución estacional de las precipitaciones, también las temperaturas presentan un marcado contraste entre el verano y el invierno. En la estación invernal, cuando el viento monzónico sopla desde el interior del gran continente euroasiático, las temperaturas son relativamente bajas para su latitud, e incluso esporádicamente puede haber alguna invasión de aire frío procedente del gran anticiclón eurosiberiano. Las medias invernales suelen estar en torno a los 15º C. Por debajo de la isoterma límite de los 18º C. señalada para este tipo de climas. En verano cuando el monzón sopla desde el mar, arrastra masas de aire muy cálidas y húmedas, dando lugar a temperaturas medias mensuales en torno a los 35º C. Esto provoca una amplitud térmica muy elevada que puede llegar hasta los 20º C.
En el área de los monzones se encuentran los climas más húmedos del planeta, pudiendo superar los 5000 mm anuales. Pero, más que la cantidad, los climas monzónicos se caracterizan especialmente por un gran contraste estacional entre una estación seca en invierno y una estación húmeda en verano. Este tipo de clima se localiza principalmente en el continente asiático (figura 4), ya que es la enorme masa de este continente la que provoca importantes modificaciones en la Circulación General de la Atmósfera de estas áreas, pero también se encuentran climas similares en América en la zona de Florida y el Golfo de México, América Central y el Caribe y Madagascar. En el invierno, el Monzón sopla desde el interior del continente donde se ha instalado un centro de Altas Presiones debido a las bajas temperaturas. Se trata de aire seco lo que explica la escasez de precipitaciones durante estos meses. En el verano, al interior del continente asiático se instala un centro de bajas presiones, debido a las altas temperaturas. El viento sopla del mar. Las masas de aire que arrastra son muy cálidas y cargadas de humedad, provocando precipitaciones muy elevadas que pueden superar los 400 milímetros mensuales.
Figura 4 Clima monzónico, paisaje de Kerala, India.