Las definiciones de los géneros de nubes que se detallan no abarcan todos los aspectos posibles, sino que se limitan a una descripción de los tipos principales y sus características esenciales, necesarias para llegar a una distinción entre un género determinado y aquellos géneros que presenten un aspecto similar. Las imágenes son del Atlas Internacional de Nubes.
Cirrus: Nubes separadas, en forma de filamentos blancos y delicados, de bancos o de bandas angostas, totalmente o en su mayor parte blancas. Estas nubes tienen un aspecto fibroso (piloso), o brillo sedoso, o ambas características al mismo tiempo.
Cirrocúmulos: Banco, manto o capa delgada de nubes blancas, sin sombras propias, compuestas por elementos muy pequeños en forma de grumos, rizos, etc., soldados o no, y dispuestos más o menos regularmente.
Cirrostratus : Velo nuboso transparente y blanquecino, de aspecto fibroso (piloso) o liso, que cubre entera o parcialmente el cielo, produciendo generalmente fenómenos de halo (ver capítulo 12).(NE: 1 Un halo es un anillo blanco o de color pálido, de gran diámetro, que aparece a veces alrededor delSol o de la Luna, que se forma por reflexión en los cristales de hielo de las capas de cirrus)
Altocúmulus: Banco, capa o manto de nubes, blanco o gris, o de ambos colores al mismo tiempo, que generalmente tiene sombras propias, compuesto de láminas, guijarros, rollos, etc., que a veces son en parte fibrosos o difusos y que pueden estar soldados o no; la mayoría de los pequeños elementos dispuestos regularmente.
Altostratus: Capa o manto nuboso, grisáseo o azulado, de aspecto estriado, fibroso o uniforme, que cubre entera o parcialmente el cielo y que tiene partes suficientemente delgadas como para permitir que se vea el Sol, por lo menos vagamente como a través de un vidrio esmerilado. El altostratus no produce fenómenos de halo.
Nimbustratus: Capa nubosa gris, frecuentemente oscura, cuyo aspecto resulta difuso por lluvia o nieve que cae más o menos continuamente y que en la mayoría de los casos llega al suelo. El espesor de esta capa es, en toda su extensión, suficiente como para ocultar el Sol. Con frecuencia existen debajo de la capa, nubes bajas rasgadas con las cuales puede estar
soldada o no.
Stratus: Capa nubosa generalmente gris, de base bastante uniforme, que puede dar lugar a precipitaciones en forma de llovizna, prismas de hielo o gránulos de nieve. Cuando es visible el Sol a través de la capa, su contorno se destaca claramente. El stratus no produce fenómenos de halo, excepto eventualmente con muy bajas temperaturas. En ocasiones el stratus se presenta en forma de bancos desgarrados.
Stratocúmulus: Banco, manto o capa de nubes grises o blanquecinas a la vez, que casi siempre tienen partes sombreadas, compuestas de mosaicos, guijarros, rollos, etc., no fibrosas y que pueden o no estar soldadas entre sí; la mayor parte de los elementos pequeños dispuestos regularmente.
Cúmulus: Nubes separadas, generalmente densas y de contornos bien definidos, que se desarrollan verticalmente en forma de promontorios, cúpulas o torres, cuyas partes superiores salientes se asemejan a veces a una coliflor. Las partes de las nubes que ilumina el Sol generalmente son de un blanco brillante; su base es relativamente oscura y casi horizontal. A veces el Cúmulus es desgarrado.
Cumulonimbus: Nube densa y potente, de considerable desarrollo vertical, en forma de montaña o torres enormes. Por lo menos una porción de su parte superior suele ser lisa, fibrosa o estriada, y casi siempre achatada; esta parte muchas veces se extiende en forma de un yunque o de un gran penacho en la dirección del viento. Debajo de la base de la nube, que frecuentemente es muy oscura, muchas veces hay nubes bajas rasgadas, soldadas o no con aquéllas y también precipitaciones, las que se producen en forma de chaparrón. Los Cumulonimbus se subdividen, según sus características y grado de desarrollo, en las dos siguientes especies:
Cumulonimbus calvus: en las que las protuberancias de su parte superior han comenzado a perder sus contornos cumuliformes típicos, se aplastan y luego se transforman en una masa blanquecina, brillante, con contornos mas o menos difusos y estrías verticales. No presentan nubes cirriformes, pero a menudo se forman cristales de hielo con gran rapidez. Muy frecuentemente estas nubes son acompañadas por chaparrones. Por convención, el nombre de Cumulonimbus calvus es asignado a una nube cumuliforme cualquiera pero que esté altamente desarrollada y que produzca relámpagos, truenos y también granizo, aunque su cima no muestre
indicios de formación de hielo.
Cumulonimbus capillatus: Son una especie de nube Cumulonimbus caracterizada por la presencia, principalmente en su porción superior, de partes cirriformes bien diferenciadas, frecuentemente con el aspecto de un yunque (incus), un penacho o una masa más o menos desordenada de “cabellos”. Esta nube es normalmente acompañada por chaparrones, tormentas eléctricas, y a menudo por turbonadas y por granizo o pedrisco.
Las características morfológicas sobresalientes de los Cumulonimbus pueden resumirse así: están constituidas por gotitas de agua en su parte inferior, y por cristales de hielo en su tope o cima, también contienen copos de nieve, nieve granulada, granizo, y pedrisco de gran tamaño. Sus dimensiones son muy considerables, la base se encuentra usualmente por debajo de los dos kilómetros, y su extensión vertical (entre la base y la cima) fluctúa entre 3 y 15 kilómetros. La agitación en el interior de estas nubes es muy fuerte; la atraviesan corrientes ascendentes de gran violencia, y en su superficie exterior se produce el fenómeno contrario, es decir que el aire desciende a gran velocidad y arrastra los cristales de hielos que van engrosándose al cubrirse de sucesivas capas de agua congelada, convirtiéndose así en notables trozos de hielo que son lanzados otra vez hacia arriba, hasta que finalmente su peso los hace caer hacia el sue lo, al que llegan algo disminuidos en su masa y su tamaño ya que se funden parcialmente durante la caída. Lo más llamativo y a la vez espectacular de los Cumulonimbus, es sin duda la complejidad eléctrica de la que suelen ir acompañadas, la que se manifiesta en forma de rayos y centellas, truenos y relámpagos. El rayo se produce en razón de que el número de cargas eléctricas en el interior del Cumulonimbus aumenta hasta cantidades muy considerables, incrementándose el valor de la diferencia de potencial entre una y otra nube, o entre una nube y el suelo. Es fácil imaginar el peligro que representa este tipo de nubes; aguaceros intensos, granizadas destructoras de los cultivos, y serios trastornos para el desarrollo del vuelo que han quedado registrados por la historia de la aviación, y otros tipos de adversidades y catástrofes debidas a este fenómeno atmosférico. A objeto de evitar, o al menos disminuir estos riesgos, las aeronaves comerciales actualmente en operación, están dotadas de equipos de radar que les permiten ubicar con precisión esas áreas de tormentas, pudiendo así los pilotos conducir sus aeronaves con mayor seguridad y comodidad.