Centros de acción

Las regiones de la Tierra donde se encuentran de forma estable áreas de bajas y altas presiones, se denominan centros de acción, y definen el tipo de tiempo que hará en una determinada zona climática. Estos centros de acción son: las bajas presiones ecuatoriales; las altas presiones subtropicales, que toman el nombre de las regiones donde se forman, como los anticiclones del Pacífico Sur y Norte, del Atlántico Sur y Norte, de las Azores, de Hawai, Índico; las bajas presiones subpolares del frente polar; y las altas presiones polares, que también tienen nombre, como los anticiclones antártico, ártico, canadiense o siberiano. Los centros de acción no son estacionarios, sino que poseen alguna movilidad. En verano y en invierno, se desplazan del norte hacia el sur, siguiendo el movimiento aparente del Sol. Modifican continuamente su extensión y su posición, e incluso pueden llegar a desaparecer, como ocurre en el caso de los anticiclones térmicos. Y por descontado, pueden aparecer de nuevo de tamaño pequeño aumentando a medida que se desarrollan. Los centros de acción de las bajas presiones suelen ser más variables en el tiempo, aparecen y se extinguen con cierta frecuencia, salvo algunas excepciones que dan origen a huracanes. Existen también centros de acción secundarios, más localizados que afectan a lugares muy concretos y sólo en determinadas épocas del año. Los centros de acción son las regiones de las que brotan las masas de aire, considerando una masa de aire a aquella que tiene condiciones de humedad y temperatura homogéneas. El aire frío y el cálido tienden a no mezclarse, debido a las diferencias de densidad que existen entre ellos. Cuando se encuentran dos masas a diferente temperatura, se forman los sistemas frontales.