Los rayos son una causa importante de muertes relacionadas
con las tormentas. Un rayo puede provocar un paro cardíaco (que el corazón deje
de latir) en el momento de la lesión, aunque algunas de las víctimas parecen
tener una muerte retrasada unos días más tarde, si son resucitados se encuentra
que han sufrido un daño cerebral irreversible.
De acuerdo con los datos recogidos de tormentas del National
Weather Service de Estados Unidos, en los últimos 30 años (1981-2010), los
EE.UU. tiene un promedio de 54 muertes reportadas por rayos al año. Sólo alrededor del 10% de las
personas que son alcanzadas por un rayo mueren, dejando al 90% de los
sobrevivientes, con diversos grados de discapacidad.