Es la
rama de la meteorología orientada específicamente a las actividades aéreas teniendo
en vista la economía y la seguridad. El trabajo de los meteorologistas de esta área
consiste en hacer observaciones visuales (cantidad y altura de las nubes,
velocidad y dirección de los vientos) en los aeropuertos, colectar datos de
estaciones y radares meteorológicos, divulgar esos datos a los pilotos e
interpretar los datos producidos por las previsiones meteorológicas específicas
para las regiones de los aeródromos y rutas aéreas de una forma mucho más
detallada que las previsiones vistas en los noticieros de televisión.