Un eminente ingeniero de Reino Unido sugiere que se
construyan torres para blanquear las nubes en las Islas Feroe como una
"solución técnica" para el calentamiento en el Ártico.
Esta semana los científicos del Reino Unido les
dijeron a los parlamentarios que la posibilidad de que haya una
liberación de metano importante provocada por el derretimiento del hielo
ártico constituye una "emergencia planetaria".
En unos pocos años, el hielo marino del Ártico podría desaparecer durante los meses de septiembre.
El pionero de energía undimotriz - generada por
el movimiento de las olas- Stephen Salter ha demostrado que el bombeo
de agua de mar hacia la atmósfera podría enfriar el planeta.
Buques
El académico de la Universidad de Edimburgo
había sugerido anteriormente blanquear las nubes utilizando buques
construidos especialmente.
En una reunión en el Parlamento británico
organizada por el Grupo de Emergencia del Metano en el Ártico, el
profesor Salter les dijo a los representantes que la situación en el
Ártico es tan grave que los buques podrían tardar demasiado tiempo.
"Yo no creo que haya tiempo ahora para fabricar barcos para el Ártico", señaló.
"Nos haría falta un poco de tierra, aire limpio y
la distancia correcta hacia el norte,. donde se pueda enfriar el agua
que fluye en el Ártico".
Las localidades favorecidas serían las Islas Feroe y las islas del estrecho de Bering.
Allí se construirían las torres, que serían versiones simplificadas de los buques.
En verano, el agua de mar se bombearía hasta la
parte superior utilizando algún tipo de energía renovable, y saldría por
unas boquillas que se están desarrollando en la Universidad de
Edimburgo que producen unas gotas muy pequeñas.
En una primera idea propuesta por el físico
estadounidense John Latham, las finas gotas de agua de mar serían
núcleos alrededor de los cuales el vapor de agua podría condensarse.
Esto haría que las gotas de las nubes fueran más
pequeñas, lo que significa que se verían más blancas y devolverían la
energía solar hacia el espacio, enfriando a la Tierra.
Hielo
El área de océano Ártico que queda cubierta de
hielo cada verano se ha reducido significativamente en las últimas
décadas, ya que las temperaturas del aire y del mar han aumentado.
En cada uno de los cuatro últimos años, el mínimo de septiembre
equivale a dos tercios de la cubierta media de los años 1979 a 2000, que
se utilizan como referencia. La superficie helada en otras épocas del
año también se ha ido reduciendo.
Lo que más les preocupa a algunos científicos es la disminución del volumen de hielo.
Un análisis de la Universidad de Washington, en
Seattle, que utilizó los datos de espesor de hielo recogidos por
submarinos y satélites, sugiere que podría haber meses de septiembre sin
hielo dentro de pocos años.
"En 2007, el agua [frente al norte de Siberia]
se calentó aproximadamente 5 grados centígrados en el verano, y esto se
extiende hasta el fondo del mar, lo que derrite el permafrost de alta
mar", dijo Peter Wadhams, profesor de física oceánica de la Universidad
de Cambridge.
Uno de los problemas que esto plantea es si que
falta de hielo acelerará la liberación del metano que está atrapado
actualmente en el fondo del mar, especialmente en las aguas poco
profundas de la costa norte de Siberia, Canadá y Alaska.
El metano es un gas de efecto invernadero mucho
más potente que el dióxido de carbono, aunque no dura tanto tiempo en la
atmósfera.
Varios equipos de científicos que tratan de
medir la cantidad de metano que realmente se está emitiendo han dicho
que vieron grandes burbujas salir del agua. Sin embargo, es difícil
saber si esto es grave ya que no hay mediciones similares de décadas
pasadas con las que compararlas.
Sin embargo, según les dijo el
profesor Wadhams a los parlamentarios, se puede esperar que esta emisión
de gas aumente con el tiempo.
"Con estas emisiones de gases de efecto invernadero, podría haber un calentamiento de 9 o 10ºC en el Ártico.
"Eso va a consolidar la naturaleza libre de
hielo del mar Ártico. Habrá emisiones de metano en alta mar, y una gran
parte en tierra firme también."
Debate
Esto a su vez aumentaría el calentamiento, en el Ártico y el resto del mundo.
Las emisiones abruptas de metano en las regiones
heladas pueden haber jugado un papel importante en dos eventos, hace 55
y 251 millones de años, en los que se extinguió gran parte de la vida
que existía en la Tierra.
El meteorólogo Julian Hunt, quien presidió la
reunión del Grupo Parlamentario de Todos los Partidos sobre el Cambio
Climático, aclaró que una liberación de metano abrupta con el
calentamiento actual no es inevitable y que es "un tema de debate
científico".
Pero también dijo que algunos en la comunidad científica son reacios a discutir esa posibilidad.
"Hay mucha represión y ausencia de discusiones
sobre temas que son difíciles, y uno de ellos es de hecho el metano",
dijo, y recordó la renuencia de al menos un científico de alto nivel
involucrado en el Estudio de Impacto Climático en el Ártico para
discutir el impacto que podría tener una liberación de metano.
El campo de estudio de la aplicación de
soluciones climáticas técnicas o, geoingeniería, está lleno de
controversia, e incluso aquellos involucrados en la investigación de la
cuestión lo ven como una opción de último recurso, mucho menos deseable
que limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.
"Todos los que trabajamos en geoingeniería esperamos que no sea necesario, pero tememos que sí será", dijo Salter.
Y para aumentar a la polémica, algunas de las técnicas propuestas podrían hacer más daño que bien.
La idea de poner partículas de polvo en la
estratosfera para reflejar la luz del sol, imitando el efecto de
enfriamiento de las erupciones volcánicas, de hecho sería desastrosa
para el Ártico, dice el profesor Salter, y hay modelos que muestran que
aumentaría la temperatura en el polo hasta 10ºC.
El año pasado, la idea del blanqueamiento de las
nubes también recibió críticas por parte de los científicos que
calcularon que si se calcula mal el tamaño de las gotas podrían provocar
un calentamiento, aunque Salter dice que esto se puede evitar a través
de la experimentación.
Hasta ahora el científico no ha calculado cuánto
saldría exactamente hacer las torres en tierra, pero sugiere US$300.000
como cifra aproximada.
Dependiendo del tamaño y la ubicación, Salter
cree serían necesarias alrededor de 100 torres para contrarrestar el
calentamiento del Ártico.
Sin embargo, actualmente no existe financiación
para las nubes artificiales. Hubo una propuesta para construir un barco
prototipo de alrededor de US$30 millones pero no hubo ningún interesado,
y en la actualidad el trabajo de desarrollo se limita al laboratorio.