Biografía Ovidio (Publio Ovidio Nasso) (43 aC - 17 dC)


Aporte a la meteorología

Ovidio era un poeta romano. Fue desterrado (por razones que permanecen oscuras) por el emperador Augusto en el año 8 a Tomis (hoy Constanza, Rumania) en la costa oeste del Mar Negro. Allí sufrió a causa de la dureza del clima en comparación con lo que él estaba acostumbrado en Roma. Sus obras Tristia y Epistulae ex Ponto describir el clima del Mar Negro, y más particularmente el invierno. En ellos se lamentaba de su exilio y se describe su malestar físico y emocional.

En términos de tiempo, los poemas fueron probablemente exacta en algunos aspectos y exagerada en otros. En Tristia, Ovidio hace muchas observaciones relacionadas con el clima que experimentó, como por ejemplo:
  •          la manta continua de nieve del invierno se convirtió en hielo por el viento, y, posteriormente, se mantiene impermeable a la lluvia y el sol;
  •          ningún período de deshielo es que se tenía entre las nevadas, y en algunos lugares la nieve puede permanecer en el suelo durante dos años enteros;
  •          el viento puede hacer que las torres y casas para chocar contra el suelo;
  •          la gente usa pieles y pantalones para protegerse del frío, con sólo mostrar sus rostros, y barbas de los hombres brillan por el hielo sobre ellos;
  •          si el vino se deja fuera de ella se congela, tomando la forma de su recipiente, por lo que la gente lo tome en trozos en lugar de corrientes de aire;
  •          corrientes de hielo del pasado, y de agua potable se extrae de ellos en pedazos;
  •          incluso el Danubio se congele, con el agua que fluye sólo por debajo del hielo. Entonces los hombres y los caballos pueden caminar sobre el hielo;
  •          en verano, las salas del Danubio frente a las que rodean las tribus bárbaras, pero en invierno se puede cruzar el río helado con facilidad.

Lo que es correcto y qué es una exageración en la descripción de Ovidio del clima invernal en Constanta es incierto, pero está claro que debe haber sufrido a través de unos inviernos muy fríos de verdad! Él nunca perdió la esperanza de que pudiera regresar a Roma, pero murió en Constanza.

Biografía

Nació el 20 de marzo del año 43 a. C. en Sulmona, Italia, como él mismo dice, en el país de los pelignos. Era caballero de rancia estirpe, de cuya antigüedad se sentía orgulloso.
Su padre fue propietario de fincas y murió a los noventa años, poco antes que su madre. Su hermano había nacido exactamente un año antes que él y fue su compañero en los estudios que realizaba en Roma sobre retórica, en un principio para dedicarse al derecho, pero fue dando muestras de sensibilidad poética en detrimento de la elocuencia prosaica requerida en el foro. Su padre le reprochaba inclinarse a unos estudios que no daban ningún provecho, puesto que el mismo Homero murió en la pobreza. Ovidio le contestaba procurando enmendarse, pero, involuntariamente, en verso:

Parce mihi, nunquam versificabo, pater! ("¡Perdóname, papá!, puedo jurar / que nunca volveré a versificar").

Aunque se esforzaba por escribir en prosa por satisfacer a su padre, las palabras venían a él ya con ritmo y cadencia de verso "y era verso al final cuanto intentaba escribir":
Quidquid tentabam dicere, versus erat (Tristia IV 10, 26).

Tuvo como maestros de elocuencia a Higino, Arelio Fusco, originario de Asia Menor, y Porcio Latrón, de Hispania. Compartió con su hermano la vida política hasta los veinte años, edad a la que éste falleció. A la muerte de su padre, Ovidio se convirtió en heredero de todas las posesiones, por lo que pudo vivir sin preocupaciones y viajar a diferentes lugares como Atenas, Asia Menor y Sicilia, donde completó sus estudios, dedicándose ya plenamente a la poesía.
A los 18 años, influido por Tibulo y Propercio, escribió el poemario Amores, libro de elegías dedicadas a una mujer llamada Corina, que probablemente nunca existió, aunque reúne características de varios amores del poeta. Compuso después una tragedia llamada Medea, que no se conserva, y las Epistulae Heroidum o Heroidas, que nos presenta cartas supuestamente escritas por varias heroínas, como Medea o Ariadna, a sus amantes. A éstas le siguió una trilogía formada por tres poemas didácticos de tema erótico: Arte de amar (Ars Amandi o Ars Amatoria), Remedios de amor (Remedia Amoris), y Cosméticos para el rostro femenino (Medicamina faciei feminae).

Tuvo tres esposas, con la primera se casó muy joven, pero finalmente fue tachada de nec digna nec utilis, «ni digna ni útil», lo que hace pensar que no pertenecía a su mismo rango social y que no le dio hijos en su corto matrimonio. No se sabe a ciencia cierta a cuál de sus dos primeras esposas se refiere como natural del país de los faliscos. Su segundo matrimonio fue corto también, pero en éste tuvo una hija que le hizo dos veces abuelo en sendos matrimonios. Las noticias sobre su tercera esposa, Fabia, son mucho mayores. Con ella tuvo otra hija y por ella Ovidio sintió gran cariño, una mezcla entre padre y maestro literario.

En esta época de su vida escribió Las metamorfosis, epopeya en 15 volúmenes que recoge gran parte de la mitología grecorromana, poniendo énfasis en las transformaciones sufridas por al menos uno de los protagonistas, desde el origen del cosmos hasta la muerte y apoteosis del emperador Cayo Julio César. La obra, que se conserva casi íntegra, no solo fue una gran fuente de inspiración para autores posteriores, sino que dio a los estudiosos un material único sobre mitología clásica. Otra de sus obras de madurez fue los Fastos, inconclusa, donde Ovidio explica el origen de los nombres de los meses y las fiestas del calendario romano.

No obstante su gran fama en la época, un enfrentamiento con el emperador César Augusto en el año 8 a.C., le llevó a un exilio obligado a Tomis (hoy la ciudad de Constanza, en la actual Rumanía), una ciudad ubicada en la costa oeste del Mar Negro, donde pasó el resto de sus días. No se sabe a ciencia cierta por qué le exilió; unos dicen que porque estaba presente en ceremonias de adivinación donde se hablaba del destino del emperador, otras por el tono erótico de sus poemas y la última y más probable porque Ovidio tenía conocimiento de los devaneos amorosos de la hija del emperador, Julia.3 Durante este período de exilio, Ovidio escribió otras dos colecciones de poemas: Tristes y Cartas del Ponto.

Las llamadas Tristes comprenden cinco libros, en los que Ovidio explica lo que le ha sucedido, defiende su inocencia y hace una llamada de clemencia al emperador Augusto. En las Cartas del Ponto o Pónticas se dirige a varios amigos para pedirles que aboguen por su causa ante el César.
De la época final del poeta se conservan también Ibis, un breve poema en el que maldice a un enemigo que anteriormente había sido su amigo, y la Haliéutica, poema de atribución dudosa del que se conserva sólo una parte y que trata sobre la pesca.

Sus múltiples intentos para que le perdonaran la pena fueron en vano y el poeta murió en Tomis en el año 17 d. C., a la edad de 60 años.

Fuente:http://rammb.cira.colostate.edu