Modificacion artificial del tiempo


El ser humano ha intentado modificar intencionalmente el tiempo, tratando de influir en los procesos atmosféricos con diferentes fines, principalmente para reducir el daño que pueden producir las condiciones meteorológicas adversas, tales como sequías o heladas. Esto no es nuevo, por ejemplo, la danza de la lluvia de los indios tenía ese fin.

Siembra de nubes.

Las nubes que tengan una temperatura superior a la de congelación pueden no contener cristales de hielo y no producen lluvia. Como el hielo seco puede estimular el crecimiento de las gotas de nubes, a las nubes cálidas se les puede agregar hielo seco lanzado desde aviones, que la enfriarían y servirían como núcleos de congelación, con el objeto de activar la formación de precipitación por el proceso de los cristales de hielo. Otra forma es intentar engañar a la nube, rociándola desde aviones con yoduro de plata, que tiene una estructura similar a la del cristal de hielo, esto podría estimular la precipitación. Las nubes más efectivas para la precipitación deben ser de gran espesor, los stratus producen una lluvia pequeña y luego se disuelven.

Dispersión de niebla y stratus.

Un método similar al de la estimulación artificial de precipitación, se usa para disolver niebla y estratos que dificultan la visibilidad en lugares como puertos y aeropuertos, para reducir el riesgo de accidentes. Para disipar la niebla también se puede calentar el aire para evaporarla, usando máquinas apropiadas para ello.

Eliminación del granizo.

El granizo causa severos daños y pérdidas económicas y se han hecho esfuerzos desde la antigüedad para eliminarlos. Los daños y pérdidas en cosechas y propiedades causados por una granizada pueden ser enormes. Como las nubes cumulonimbus donde se puede producir el granizo, tienen pocos núcleos de congelación, las gotitas de agua sobreenfriadas se unen alrededor de los pocos núcleos, haciéndolos crecer. Además en estas nubes las corrientes verticales de aire pueden ser muy intensas por lo cual los en principio pequeños granizos pueden elevarse e ir creciendo al chocar con las gotitas de agua, y pueden crecer mucho, hasta que por fin grandes y pesados caen de la nube cumulonimbus como piedras, produciendo un enorme daño. Por su mecanismo de crecimiento, los intentos actuales para eliminar el granizo son introducir cristales de yoduro de plata en las nubes de tormenta, que actúan como núcleos de congelación, evitando el crecimiento de los granizos, lo que los hace menos destructivos. Las experiencias indican que no se ha tenido mucho éxito en este procedimiento.

Prevención de heladas.

La helada o escarcha (figura 6.20) se puede producir por dos formas: 1) cuando una masa de aire frío se mueve a alguna región, haciendo bajar las temperaturas del lugar al cual llega, manteniendo condiciones de congelación por largos períodos en grandes áreas y 2) por enfriamiento radiativo nocturno, en este caso ocurre sólo en la noche y sobre las áreas de tierra bajas o valles pequeños. Esta es más fácil de combatir.

Se puede prevenir la formación de helada tratando de conservar el calor del suelo, cubriendo las plantas con materiales aislantes tales como plásticos, papel, telas o generando una capa de partículas en suspensión que reduzca la tasa de enfriamiento en la noche, tal como humo ennegrecido con hollín. Pero esto no es muy satisfactorio, ya que produce contaminación y si el humo frío y pesado permanece al día siguiente, reduce al calentamiento por la radiación solar. Otro método es calentar el aire con calentadores, que dan buenos resultados, pero el costo en combustible puede ser significativo. También se puede calentar el aire rociando agua, esto genera calor por liberación de calor latente cuando el agua se enfría, o bien mezclando el aire con remolinos, esto se practica cuando el aire en algunos metros sobre el suelo tiene al menos 5º C más que el suelo, los remolinos mezclan el aire cálido de arriba con el aire frío de la superficie, evitando la formación de la escarcha.