La circulación general observada de la atmósfera, se ajusta a la descripción anterior, puesto que en los mapas de la figura de vientos en superficie es posible observar que el campo de viento obedece a la configuración de presiones en superficie. Por ejemplo, se nota claramente la circulación anticiclónica alrededor de las altas presiones subtropicales, o como se orienta el viento del oeste en dirección de las isobaras en la zona de latitudes medias. De los mapas es posible también observar los vientos alisios del sureste en latitudes tropicales, la zona de calmas sobre el anticiclón subtropical del Pacífico sur, los vientos del oeste en latitudes medias y los estes polares en latitudes altas. Se nota además claramente la modificación introducida por el continente sudamericano en este patrón de circulación general, produciendo la desviación del flujo cuando llega al borde costero del continente y disminuyendo su intensidad hacia el centro del continente, por efecto de la fricción en superficie. En el cono sur de América, por una parte el continente se angosta lo suficiente y por otra, la cordillera de Los Andes disminuye de altura, como para producir una menor alteración en los intensos vientos del oeste.
Comparando las variaciones estacionales, el rasgo mas característico es la traslación hacia el norte desde el verano hacia el invierno, de los diferentes sistemas de vientos, siguiendo al movimiento aparente del Sol, situación que se nota claramente por ejemplo, en la ubicación de la zona de calmas subtropicales, cuyo centro se encuentra en 32.5º sur en verano y en 27.5º sur en invierno. Se destaca también la intensificación de los estes polares en invierno respecto al verano.